Nueva bazofia de serie Z del basurero Jim Wynorski, que ya nos aterrorizó en el pasado con inmundicias como Not of this earth (1988), El regreso de la cosa del pantano (1989), Ghoulies 4 (1994) y otros muchos engendros que afortunadamente no se han estrenado en España. Ejerce de secuaz en las labores de producción el ínclito Roger Corman.
La historia es simple: un laboratorio situado en Hawaii experimenta con cocodrilos para aumentar su tamaño, pero cuando dos de éstos llegan al tamaño de dinosaurios las medidas de contención saltan por los aires y los coco-dinos se escapan de los límites del laboratorio y empiezan a deambular por toda la isla zampándose a todos los excursionistas que pillan por el camino.
Aunque la película es de 2010 los efectos especiales dan pena, los cocodrilos-dinosaurios son vomitivos y podrían ser de una película de 1985. El guión (?) es rocambolesco. Un comando militar de pacotilla aparece de repente en la isla y en un momento es aniquilado por los bichos. Varios excursionistas también son devorados ávidamente. Después de 80 demenciales minutos llega el final, también ingenioso; unos pobres personajes atraen a los bichos para que se encuentren y luchen a muerte, y al coco-dino superviviente lo rematan con explosivo C4. Ahí es nada.
Sólo ver el título de esta película ya hace daño. Reservada a fans de la serie ultra-Z. El bueno de Wynorski ya amenaza para este año con Camel Spiders y Road Raiders. Para echarse a temblar.
La foto buena está detrás, pollo.
Personaje: "¿Para qué me habré levantado esta mañana?"
Dos cocodrilos gigantes de plástico luchan a muerte.
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